¿Cómo se controlan las sustancias químicas? - Chemicals In Our Life

¿Cómo se controlan las sustancias químicas?

La vida no existiría sin sustancias químicas: están presentes en nuestro organismo, a nuestro alrededor, y en todos los productos que adquirimos. La Unión Europea cuenta, para protegernos, con la legislación más ambiciosa del mundo en materia de sustancias químicas. Tanto las empresas como las autoridades deben desempeñar un papel en el refuerzo de la seguridad.

La legislación sobre sustancias químicas de la Unión Europea se propone proteger a los seres humanos y al medio ambiente de las sustancias químicas peligrosas. Al mismo tiempo, pretende mejorar además la competitividad y la innovación de las empresas europeas, y promocionar alternativas a las pruebas de sustancias químicas en animales.

Los cuatro elementos fundamentales de la legislación comunitaria sobre sustancias químicas son:

el Reglamento REACH: registro, evaluación, autorización y restricción de sustancias y preparados químicos.

Con arreglo a REACH, las empresas deben facilitar información sobre las sustancias químicas que fabrican o importan. Si una sustancia química no puede utilizarse de manera segura, las autoridades pueden decidir las medidas encaminadas a controlar sus riesgos.

Reglamento sobre clasificación, etiquetado y envasado (CLP).

Esta norma garantiza que los riesgos de las sustancias químicas se comuniquen claramente a los trabajadores y a los consumidores. A tal efecto se emplean las etiquetas con indicaciones y pictogramas estandarizados.

Reglamento sobre biocidas (BPR)

Los biocidas, como los desinfectantes o los repelentes de insectos, protegen a las personas y a diversos materiales frente a microorganismos dañinos. Esta norma garantiza que dispongamos de información suficiente para que los consumidores puedan utilizar estos productos con seguridad.

El Reglamento sobre el consentimiento fundamentado previo (CFP)

Este reglamento establece directrices respecto a la exportación y la importación de sustancias químicas peligrosas.

Además, otras muchas leyes regulan el uso de sustancias químicas. Determinados grupos de tales sustancias, como los plaguicidas, los productos farmacéuticos o los cosméticos, se encuentran sujetos a su propia legislación.

Las empresas deben demostrar que sus sustancias químicas son seguras de utilizar.

En la UE, las empresas que fabrican o importan tales sustancias han de demostrar que estas resultan seguras de utilizar. Deben registrarlas ante la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas, la ECHA; de lo contrario, no pueden venderlas en la UE.

Las empresas deben facilitar información sobre sus sustancias químicas en lo que se refiere a sus propiedades peligrosas y al modo en que pueden utilizarse con seguridad. También tienen que informar a sus clientes de la cadena de suministro del modo en que pueden gestionarse los riesgos planteados por sus sustancias químicas. Si una sustancia química no puede utilizarse de manera segura, las autoridades pueden restringir su uso, o someterla a una autorización previa. De este modo se ejerce presión sobre las empresas para que sustituyan las sustancias químicas más peligrosas por alternativas más seguras.

Las empresas deben identificar las propiedades peligrosas de sus sustancias químicas que puedan dañar la salud humana o el medio ambiente. Deben clasificarlas según proceda; por ejemplo, como cancerígenas o como tóxicas para la vida en ríos y mares. Las sustancias químicas también deben etiquetarse debidamente con los pictogramas adecuados y las explicaciones relativas a la manera de manejarlas con seguridad.

De este modo, los trabajadores y los consumidores pueden comprender los efectos de las sustancias químicas, adoptar decisiones fundadas sobre los productos que adquieren, y utilizarlos de forma segura.

¿Qué hace la ECHA?

La ECHA gestiona la información sobre sustancias químicas que facilitan las empresas. Publica información sobre sustancias químicas registradas, y sobre cómo se clasifican y etiquetan. Estos datos se encuentran disponibles libremente en el sitio web de la ECHA para que cualquiera pueda consultarlos; se trata de una base de datos única que contiene información sobre miles de sustancias químicas utilizadas a diario en Europa. El sitio web también cuenta con información sobre biocidas.

La información sobre las sustancias químicas se comprueba, y la Agencia establece, por ejemplo, cuáles se utilizan ampliamente de un modo que los consumidores o los trabajadores puedan verse expuestos a las mismas. La ECHA evalúa la información sobre seguridad química de las empresas, y solicita más datos si falta información importante. Basándose en la información recabada, la ECHA, los Estados miembros y la Comisión colaboran para gestionar los riesgos planteados por las sustancias químicas peligrosas, lo que puede dar lugar, por ejemplo, a la restricción de algunos, o de la totalidad de sus usos. Al ampliar los conocimientos y promover la sensibilización, las sustancias químicas más peligrosas se sustituirán progresivamente por otras más seguras.

Gestión de los riesgos de las sustancias químicas

Las restricciones protegen la salud humana y el medio ambiente de los riesgos planteados por las sustancias químicas en la UE. Pueden limitar la fabricación, la importación, o la comercialización de una sustancia, o determinados usos de esta. Las restricciones también pueden dar lugar a la prohibición de todos los usos de una sustancia, o de algunos usos concretos.

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Autorización

Si una sustancia se identifica como especialmente nociva para la salud humana o el medio ambiente, se añadirá a la Lista de sustancias candidatas extremadamente preocupantes (SEP). Esta lista la publica la ECHA y se actualiza periódicamente. Si se incluye una sustancia en dicha lista, las empresas que la fabrican, importan o utilizan asumen ciertas obligaciones legales. A los consumidores les asiste el derecho a preguntar si determinados productos que adquieren contienen sustancias extremadamente preocupantes incluidas en la Lista de sustancias candidatas por encima de una determinada concentración.

Si en la Lista de autorización se incluye una sustancia extremadamente preocupante, esta no podrá utilizarse ni comercializarse en el mercado de la UE después de una fecha concreta, salvo que se haya solicitado y concedido la autorización pertinente. Para solicitar una autorización, las empresas deben realizar un análisis detallado de las alternativas para los usos de su sustancia. Tienen que demostrar que los riesgos de utilizar la sustancia son reducidos. En algunos casos, también deberán demostrar que los beneficios para la sociedad superan a los riesgos planteados, y que no se dispone de alternativas adecuadas.

Clasificación y etiquetado armonizados

Las empresas que fabrican, importan o utilizan sustancias químicas deben clasificarlas con arreglo a los riesgos identificados. Tienen que etiquetar sus sustancias y mezclas peligrosas y acondicionarlas debidamente. En el caso de las sustancias químicas más peligrosas, por ejemplo, las que causan cáncer, tal clasificación y etiquetado deben armonizarse en toda la UE. De este modo, se garantiza que sus riesgos se gestionen adecuadamente en todos los Estados miembros.

¿Quién controla a las empresas?

Son las autoridades nacionales competentes las que inspeccionan a las empresas y comprueban si estas cumplen la ley. Pueden imponer multas a las empresas que no atiendan sus obligaciones.

Sustancias químicas - terminología

En estas páginas, utilizamos los términos «sustancias químicas» y «productos». El texto legal adopta una terminología más específica: sustancias, mezclas y artículos.

  • Por sustancia se entiende un elemento químico y sus compuestos en estado natural u obtenidos por fabricación. Ejemplos: plata, cloruro de sodio.
  • Por mezcla se entiende la mezcla o solución compuesta por dos o más sustancias. Ejemplos: pintura, detergente en polvo.
  • Por artículo se entiende un objeto al que, durante la producción, se le dota de una forma, superficie o diseño especiales. Esto determina su función en mayor grado que su composición química. Ejemplos: camiseta, martillo.

Si desea más información, visite ECHA-Term, nuestra base de datos de terminología multilingüe. Contiene una buena colección de definiciones relacionadas con las sustancias químicas.