Los nanomateriales están por todas partes

Los nanomateriales se han utilizado durante años con muy diversos fines, pero también se encuentran en la naturaleza. En las nubes de ceniza de los volcanes, en la brisa marina y en el humo de un fuego, por ejemplo.

En otras palabras, los nanomateriales no son solo cosa de laboratorio. Sin embargo, la nanotecnología ha hecho posible que los seres humanos creen materiales que incluyen nanoformas. Y llevamos a cabo este tipo de actividad cada vez más porque estos materiales ofrecen ventajas que no se encuentran en sustancias de mayor tamaño. 

Por ejemplo, si usamos nanopartículas de dióxido de titanio para recubrir las sillas de plástico de jardín, la superficie será autolimpiable. En este tipo de recubrimiento, el agua no forma gotas, sino una película de agua sellada. La suciedad se disolverá en la película de agua y el siguiente chaparrón la eliminará, dejando las sillas limpias.

El tamaño importa, pero no es lo único importante

l tamaño lo es todo, ¿verdad? Sí y no. La conversión de un material en un nanomaterial no es tan simple. Un nanomaterial puede presentar propiedades diferentes a las de la misma sustancia en su forma a granel. Esto significa que un material podría cambiar al pasar de tamaño grande a nanoforma, pero el tamaño al que se da tal cambio varía en función de la sustancia. 

Entonces, ¿en qué consiste exactamente?

Este es uno de los motivos por los que resulta tan difícil convenir en una definición de los nanomateriales. La Comisión Europea ha definido los nanomateriales como aquellos que contienen partículas que tienen entre 1 y 100 nanómetros de longitud. Por comparar, el virus que se oculta en la manija de su puerta, y que puede contagiarle la gripe, mide 100 nanómetros.

Otros sostienen que, en realidad, lo más importante no es el tamaño, y creen que la definición debería centrarse en cambio en las propiedades novedosas de las nanopartículas. Como se ha señalado anteriormente, las propiedades novedosas no siempre aparecen en el mismo tamaño o específicamente a los 100 nanómetros, por lo que una definición basada solo en el tamaño resulta menos relevante